El camino hacia la verdad

Era un día cualquiera por la mañana, me acababa de despertar y la bajar a la cocina vi a mi madre con un pastel de hierbas típicas de la zona, la saludé y me respondió:
- Feliz cumpleaños Tidus!!- Dijo llena de alegría
Yo ni siquiera me acordaba pero era así, hoy cumplía 17 años. Mi madre me dio dos besos y nos pusimos a tomarnos el pastel juntos. Tras acabarlo, mi madre, como regalo me dio su autorización para irme en busca de aventuras (no sabía que iba para buscar a mi padre), con la condición de que fuera a verla de cuando pudiera, yo contento, le di un abrazo y empezamos a charlar.
A medio día cogí mis cosas (una retrato de mi madre) y tras despedirme de ella me fui del pueblo.

Decidí esperar un poco más en el pueblo, así, además de conseguir algún tipo de arma podría conseguir la compañía de otra persona para mi viaje, alguien que tuviese habilidades poco comunes.
Una vez tomada mi decisión, me dirigí a casa a preguntarle a mi madre dónde podía comprar o adquirir un arma para protegerme durante el viaje que me esperaba.

Yo, sorprendido por lo que estaba ocurriendo en aquella habitación, cogí la espada y con lágrimas en mis ojos abracé a mi madre, estaba emocionado por lo que me había contado.
Pensar que mi abuela fue tan valiente, me hizo pensar, ella tenía esperanzas en mí entregándome aquella espada, así que no debía defraudarla, ni por supuesto tampoco a mi madre.
Tras un abrazo tan intenso como caluroso, le pregunté a mi madre quién era cada persona que había en los cuadros.

Ya era tarde así que decidí esperar para salir del pueblo, como aun no era la hora de cenar, con mi nueva espada a la cintura me dirigí a la biblioteca del pueblo, me habían contado que había libros proféticos y demás.

En ese instante, la curiosidad pudo conmigo e intenté ver lo que ponía en el libro, como tenía todo el tiempo del mundo, cogí una silla y empecé a leer el libro, tanto me atrajo, que lo cogí y habla con el/la encargado/a para llevármelo a mi casa y terminar de leerlo.

OFF ROL: No me voy a poner a explicarte las diferencias que no acabo. Supongamos que te lo leíste y cuando necesites información que hay en ese libro yo te la iré dando ^^

ON ROL:
No hubo ningún problema, te llevaste el libro y pudiste terminarlo en tu casa con tranquilidad. Luego acabaste dormido por cansancio en tu casa, y solo los rayos del sol te despertaron

+1 saber de historia (max 4) -Son libros específicos los que te lo otorgan

Me desperté y al ver que ya era de día, cogí el libro y bajé a desayunar.
Cuando acabé de desayunar, tras darle un beso a mi madre, me dirigí a la biblioteca para depositar el libro.

Yo, con algo de desconfianza, le dije que sí, pero con la condición de que no la dañase ni me la robase, por lo que solamente le dejería verla, nada de tocarla.
Claro que, al poco tiempo de decírselo, me percaté de la presencia de un guardia (mujer), por lo que decidí enseñar mi arma con sumo cuidado e intentendo disimular.
El arma que mi abuela me había dejado como "herencia" parecía muy importante a la vez que peculiar, ya que el bibliotecario se había fijado en ella, incluso llevándola prácticamente escondida,

Al salir de la biblioteca, supuse que para el viaje necesitaría provisiones y si podía ser, un arma, en ese momento me acordé de una tienda a la que iba con mis padres cuando era pequeño, en ella vendían cosas de todo tipo, pociones armas, juguetes... Así que sin pensármelo dos veces, me dirigí a la tienda.
Por el camino fui releyendo la nota del bibliotecario.
-¿La compañía élfica, no se había disuadido?- Pensé
Tras una pequeña caminata, llegué a la tienda.

Allí pudiste observar que había todo tipo de armas a unos precios que tú ni de lejos podías pagar... Pero entonces observaste un arca en el que había cientos y cientos de espadas, viejas ya. Y que estaban a un valor de 50$.
Quién sabe... A lo mejor podrías encontrar alguna que mereciera la pena... Aunque sin una descripción, lo único que podrías comprobar era su manejo...

OFF ROL: Se me había olvidado decirte, es una espada de dos manos la que te dio tu abuela... xDD

Al ver los precios de las armas me quedé helado, pero vi el arca con espadas viejas de 50$ y sin pensármelo dos veces me acerqué a ellas.
Las espadas parecían estar en pésimas condiciones, pero por probar su manejo no creo que me pasase nada ¿no?, las cogí una a una y fui haciendo movimientos con ellas como si en un duelo de espadas estuviese, en ese momento recordé una cosa que me dio mi padre hace muchos años:
-Tidus, no debes juzgar el poder de una espada por su apariencia, debes juzgarla por su manejo y precisión.-

Decidí quedarme con la espada Exat... Ya que las demás, a pesar de poder ser más fuertes, no me llamaban mucho la atención, así que dejé las otras dos espadas, me acerqué al dependiente y le dije:
-Perdone, ¿estas armas están en venta?- Le pregunté mientras sostenía ambas espadas en mis antebrazos.

-Sí, son 50$- El hombre era conocido en el pueblo y a pesar de su rostro de persona seria y de no gustarle las bromas, era muy buena persona. Cogió las armas y las unió en una sola, de manera que la espada mas larga guardo a la otra espada en su interior, introducida desde el mango.
Sí, la espada larga era fina pero ancha, con un gris gastado y una linea rojo en medio del grosor de una espada de tamaño medio. Así es, la raya roja, como observaste representaba a la pequeña, que tenía un color grisáceo mucho menos gastado, los filos de esta, estaban bordeados de azul, como si indicará que podía crecer.

Arma: Espada esca...
Potencia: 1- 45 2-30
Habilidad: Corte X 100% Duplica el daño efectuado al rival
Doble espada
Estado: Apta, desgastada. -Duración: ???-

Le di las gracias al dependiente de la tienda y con una sonrisa de oreja a oreja salí de la tienda. Por fin tenía mi propio arma!! (que pudiera controlar). Muy contento, me dirigí hacia mi casa, por el camino fui observando mi nueva adquisición, la mirase como la mirase me encantaba, a pesar de su antigüedad.
Una vez llegué a mi casa, le dije a mi madre que me hiciese algo de comida para el viaje. Mientras ella fue a la cocina a preparar la comida, yo me senté en una silla.

Finalmente, y tras haberlo meditado mucho, decidí salir del pueblo por la salida este, por la que salían y entraban los comerciantes, así si había suerte, alguno de ellos podía llevarme hasta New City, pero por si eso no ocurría, ya tenía planeado la ruta que iba a coger. Hombre precavido vale por dos decía mi madre. Al salir de Tierra de Elfos, iría hacia Radis, luego a Acific y Elafar, seguidamente me dirigiría a Abmur y finalmente llegaría a mi destino, New City. A mi parecer ese era el camino más apropiado para un principiante como yo.

Acababa de llegar a la salida este, así que esperé un poco para ver si aparecía algún mercader.

Yo algo asustado por la situación le respondí:
-Me dirijo a New City, ¿por qué lo decís?-
Una vez entablada la conversación le pregunté que si podían llevarme hasta New City o al menos a un pueblo de los antes citados.